Siete regiones, Andalucía, Baleares, Castilla-La Mancha, Cataluña, Navarra, País Vasco y Valencia, son las adelantadas en la puesta en marcha de nuevas competencias para la Enfermería.
La Enfermería es la profesión sanitaria que más ha visto crecer su desarrollo en los últimos ocho años. Ya realiza funciones nuevas en la mayoría de los servicios sanitarios autonómicos, aunque destaca la asunción de nuevas competencias en Andalucía, donde puede recetar medicamentos que no estén obligados a prescripción médica, además de hacer seguimiento de pacientes en hospitales y atención primaria; País Vasco, donde realiza en los hospitales seguimiento a pacientes de determinadas patologías como la diabetes y a crónicos y polimedicados; Cataluña, donde lleva a cabo las mismas funciones que en el País Vasco y, además, hace tests de detección de VIH en atención primaria y seguimiento farmacoterapéutico ambulatorio y Valencia, donde ha iniciado planes de pilotaje de seguimiento de pacientes crónicos.
Además, Andalucía tiene previsto desarrollar una amplia cartera de servicios de la Enfermería con su nueva Ley de Salud Pública, Baleares quiere regular la receta enfermera y Castilla-La Mancha ha visto frenado por las elecciones un plan de salud que implicaba dar a los enfermeros una amplia extensión de sus funciones profesionales.
La realidad es que las consultas de enfermería proliferan en los centros de salud en prácticamente todas las autonomías y el colectivo sigue asumiendo funciones que van más allá de sus tareas tradicionales hasta ahora.
Razones de peso
¿Por qué en los últimos años la enfermería ha dado un salto cualitiativo tan importante? Todos coinciden en que la creciente preparación profesional de los enfermeros se ha encontrado con una necesidad económica. La crisis y la necesidad de racionalizar los recursos de la sanidad han hecho que la Administración otorgue una mayor relevancia profesional a un colectivo importante que, desarrollando nuevas competencias, puede aligerar la presión en las consultas de primaria y liberar a los médicos de muchas funciones que tenían encomendadas hasta ahora y que una mayor preparación de los enfermeros pide ahora resolver, al menos en el primer nivel.
Marisa Ridao, directora de Estrategia de Enfermería del Sistema Catalán de Salud, explica a CF que en esta situación delicada, "la Enfermería, por su reconocimiento social y profesional, se encuentra en una situación inmejorable para crecer". Y el secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, aseguraba la semana pasada en Madrid que "la gestión clínica se constituye en un motor de cambio en la cultura de los profesionales que, a su vez, ha de estimular el crecimiento de nuevos roles profesionales en todas las profesiones sanitarias, pero de manera especial en la profesión de enfermería, de la que tengo que decir que espero casi todo para la articulación de las respuestas necesarias a los problemas derivados de la cronicidad y la dependencia que conllevan necesidades de cuidados propias de la profesión enfermera".
En todo caso, Máximo González Jurado, presidente del Consejo General de Enfermería, asegura a CF que "se habla mucho pero hay pocas realidades y aún hay muchas funciones que puede asumir la enfermería y poco desarrollo de esas posibilidades". González Jurado añade que la pelota está en el tejado del Ministerio de Sanidad que debe liderar el proceso para situar a la Enfermería en el lugar que le corresponde profesionalmente, por formación y necesidad."
En todas las autonomías los enfermeros han visto crecer sus funciones en la sanidad pública.
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